La amenaza de los incendios en el campo

Medidas urgentes de prevención

Cuando se habla de incendios en el campo, el peligro deja de ser un simple titular para convertirse en una amenaza palpable. En un entorno agrícola, donde los cultivos, las máquinas y las altas temperaturas se dan la mano, las condiciones están dadas para que las llamas puedan arrasar con todo en cuestión de minutos. 

Las organizaciones agrarias ya han lanzado sus advertencias: más extintores en las explotaciones y evitar la cosecha en las horas más calurosas del día. Un aviso claro, que no puede ser ignorado, pues cada año el fuego consume miles de hectáreas de cultivo y pone en riesgo las vidas de trabajadores y habitantes cercanos.

La prevención es la clave. En este sentido, un extintor bien ubicado y adecuado puede ser la diferencia entre un campo a salvo y una tragedia a gran escala. Y sin embargo, la realidad es que muchos campos aún carecen de la cantidad necesaria de extintores de polvo y otros dispositivos de seguridad. Las llamas no esperan, y el riesgo de que un incendio se desate aumenta exponencialmente cuando las condiciones climáticas son adversas.

La necesidad de contar con extintores en el campo

El extintor se presenta como un elemento fundamental para combatir cualquier tipo de fuego, y no solo en espacios cerrados. En el campo, donde el riesgo de incendio es constante debido a la maquinaria agrícola y las condiciones climáticas, es esencial contar con extintores de polvo

Estos dispositivos no solo son versátiles, sino que son eficaces contra una amplia variedad de incendios, desde aquellos provocados por materiales sólidos hasta los que afectan a líquidos inflamables. Por esta razón, el extintor de polvo se convierte en una herramienta imprescindible.

Distribución de los extintores polvo

Si aún no te has planteado comprar extintor polvo para tu finca o explotación agrícola, es hora de hacerlo. No basta con tener solo uno. Los extintores deben estar distribuidos por toda la finca, de modo que estén siempre al alcance en caso de que el fuego se desate. A menudo, los incendios comienzan de forma pequeña y, si se les atiende a tiempo, se pueden sofocar antes de que tomen proporciones catastróficas.

Las altas temperaturas en los meses de verano son un factor clave en este asunto. Es precisamente durante el calor extremo cuando los incendios tienen mayores probabilidades de propagarse, por lo que contar con los dispositivos adecuados es un requisito indispensable para cualquier explotación agrícola.

El riesgo de cosechar en horas de calor extremo

Las organizaciones agrarias advierten: cosechar a las horas más calurosas del día no solo aumenta el riesgo de que el fuego se propague, sino que también pone en peligro la vida de los trabajadores. Las horas entre las 12:00 y las 16:00 son las más críticas en términos de temperatura, y por lo tanto, las más peligrosas para trabajar. La maquinaria agrícola, al estar en funcionamiento durante largas horas, tiende a generar un calor considerable que puede ser el punto de ignición para un incendio, especialmente en condiciones de sequedad y viento.

Si a esto le sumamos el calor de los cultivos, que se vuelve más inflamable con la exposición prolongada al sol, la receta para el desastre está servida. La recomendación de las autoridades es clara: evitar cosechar en las horas de máximo calor. Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando la temperatura desciende, son mucho más seguras para llevar a cabo cualquier tarea agrícola.

¿Dónde y cuándo es obligatorio tener un extintor?

A esta recomendación preventiva hay que añadir una pregunta que surge con frecuencia entre los agricultores y responsables de explotaciones: ¿dónde y cuándo es obligatorio tener un extintor? La normativa en este sentido es clara: la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que cualquier lugar de trabajo debe contar con los equipos necesarios para afrontar cualquier emergencia, incluyendo incendios. Y en un entorno agrícola, la presencia de extintores es aún más imprescindible.

Aunque la legislación varía en función del país o la comunidad autónoma, lo que es indiscutible es que la seguridad laboral es una prioridad. La Ley General de Seguridad en el Trabajo establece que se debe garantizar la protección de los empleados ante cualquier riesgo, y los incendios son, sin duda, uno de los mayores peligros a los que se enfrentan.

Por esta razón, en cualquier espacio donde se desarrollen actividades agrícolas que impliquen el uso de maquinaria, productos inflamables o cualquier tipo de material combustible, debe existir un sistema de extinción de incendios adecuado.

Tener un extintor de polvo en las inmediaciones de las máquinas, en los depósitos de combustible, y en cualquier zona que pueda representar un riesgo es no solo una buena práctica, sino una obligación legal. Además, las revisiones periódicas y el mantenimiento de estos equipos son fundamentales para garantizar que estén operativos cuando más se les necesita.

La formación es clave: Saber usar el extintor correctamente

No basta con tener extintores en la finca o en el almacén de herramientas. Es fundamental que los trabajadores sepan cómo utilizarlos correctamente. No se trata solo de pulsar un botón o tirar de la palanca, sino de tener un conocimiento básico sobre cómo abordar un incendio y cómo actuar ante un siniestro.

La formación es esencial, y debe ser parte de la rutina en cualquier explotación agrícola. Los cursos de formación sobre el uso de extintores y sobre prevención de incendios son una inversión que puede salvar vidas y reducir daños materiales. No solo es necesario saber cómo utilizar el extintor, sino también cuándo usarlo y cuándo es más adecuado llamar a los bomberos.

Los extintores deben ser revisados regularmente, y los trabajadores deben conocer la ubicación exacta de cada uno de ellos. El tiempo de reacción ante un incendio es fundamental, por lo que cualquier segundo cuenta. De ahí la importancia de realizar simulacros periódicos para que, cuando se dé el caso, todos sepan lo que tienen que hacer sin dudar.

La prevención y la seguridad, la única receta

En resumen, la prevención sigue siendo la mejor herramienta frente a los incendios. Los extintores, y en particular los extintores de polvo, deben ser parte de la dotación mínima de cualquier explotación agrícola. Si aún no tienes claro dónde o cuándo es obligatorio tener un extintor, revisa la legislación vigente y asegúrate de que tu explotación cumpla con todos los requisitos. La seguridad no puede ser opcional.

El riesgo de incendios en el campo no es una amenaza distante, sino una realidad diaria a la que se enfrentan miles de agricultores. La clave está en la preparación, en estar siempre listos para actuar, y en no esperar a que las llamas se desaten para actuar. Si aún no lo has hecho, es hora de comprar extintores adecuados, formar a tu equipo y tomar las medidas necesarias para proteger tu patrimonio y, lo más importante, la vida de quienes trabajan en el campo.