Grave incendio en fábrica textil de Santa Eugènia de Berga deja un herido en estado crítico

Grave incendio en fábrica textil de Santa Eugènia de Berga deja un herido en estado crítico

Grave incendio en fábrica textil de Santa Eugènia de Berga deja un herido en estado crítico.

Lo que ocurrió en Santa Eugènia es una advertencia en toda regla

Hay mañanas que se levantan torcidas, y otras que simplemente se convierten en infiernos. El pasado lunes 14 de julio, en la tranquila localidad de Santa Eugènia de Berga, provincia de Barcelona, una fábrica textil amaneció entre llamas y desesperación. Pasaban las 9:50 horas cuando el fuego, sin pedir permiso, irrumpió en las instalaciones de una nave industrial situada en la calle Canigó. Las consecuencias: un trabajador herido de gravedad, varios equipos de emergencia movilizados, y una comunidad entera con el alma en vilo.

Los bomberos, esos ángeles de amarillo y negro, recibieron el aviso de inmediato y desplegaron hasta nueve dotaciones para sofocar el incendio. No era para menos: el corazón de una nave textil ardía, generando una columna de humo visible a varios kilómetros a la redonda. A esa hora, en medio del caos, lo importante no eran ni los balances ni los seguros. Era la vida del trabajador atrapado en el interior, que sufrió quemaduras de consideración y fue trasladado en estado crítico al hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Una chispa, un descuido o una máquina rebelde: lo que se sabe hasta ahora

Según las primeras informaciones proporcionadas por los Bomberos de la Generalitat, el fuego se desató en el interior de una zona donde se almacenaban materiales altamente inflamables. Ya se sabe: textiles, fibras sintéticas y maquinaria, todo un cóctel que, si se junta con un poco de calor y un olvido, puede convertirse en el detonante perfecto.

Las investigaciones continúan, y la policía científica no descarta ninguna hipótesis. Lo que sí está claro es que no hubo explosión, pero las llamas se propagaron con rapidez por todo el recinto. La evacuación fue inmediata, y gracias a eso, no hubo más víctimas. Pero el daño está hecho. La fábrica, como espacio productivo, ha quedado comprometida y, sobre todo, se ha puesto en evidencia una vez más que la prevención no es opcional: es la única vacuna eficaz contra las tragedias laborales.

Extintores: el gran aliado olvidado

Ahí es donde entra en juego uno de los elementos más infravalorados dentro de cualquier infraestructura industrial: los extintores abc. A estas alturas del siglo XXI, resulta inconcebible que un espacio con maquinaria pesada y materiales inflamables no cuente con una red adecuada de extinción. No basta con tenerlos. Hay que mantenerlos operativos, revisados y ubicados donde corresponde.

Adquirir extintor abc: una necesidad

En muchos casos, cuando se habla de seguridad, se tiende a pensar que lo caro es seguro y lo barato, prescindible. Nada más lejos de la realidad. comprar extintor abc no es una formalidad: es una inversión directa en vidas humanas. Este tipo de extintor es capaz de sofocar fuegos de origen sólido, líquido e incluso eléctrico, cubriendo un espectro amplio de riesgos. Y sin embargo, aún hoy, hay naves y locales donde la normativa se interpreta como una sugerencia y no como una obligación.

Obligatorio tener un extintor

¿dónde y cuándo es obligatorio tener un extintor? La ley no es caprichosa. El Código Técnico de la Edificación, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y múltiples normativas autonómicas y municipales son claras: cualquier espacio destinado a actividad comercial, industrial o de uso público debe disponer de extintores accesibles y funcionales. La distancia máxima entre dos extintores no debe superar los 15 metros, y deben situarse en zonas visibles, con señalización adecuada y fuera del alcance de obstáculos.

Además, su mantenimiento debe ser realizado por empresas autorizadas, con revisiones trimestrales y recargas cuando el equipo lo requiera. No basta con colgarlos en la pared como si fueran cuadros decorativos: tienen que estar listos para actuar en cualquier momento.

En el caso de Santa Eugènia, aún no se ha confirmado si los protocolos de prevención estaban al día. Pero el hecho de que un solo trabajador haya quedado atrapado, con heridas críticas, pone en entredicho la rapidez y eficacia del sistema interno de respuesta ante incendios.

La importancia de un plan de emergencia bien ensayado

Un incendio no avisa. No da señales claras, no se programa con antelación. Por eso, tener un protocolo de actuación claro y ensayado puede ser la diferencia entre el susto y la tragedia. No hablamos solo de extintores, hablamos de salidas de emergencia señalizadas, personal entrenado, simulacros regulares y responsables de seguridad en cada turno.

Muchos empresarios consideran que hacer simulacros interrumpe la jornada laboral. Pero lo que verdaderamente interrumpe la producción —y la vida— es un siniestro mal gestionado. Santa Eugènia nos lo ha recordado con brutal contundencia.

No más excusas

El incendio de esta fábrica textil no puede quedarse en una anécdota de página local. Es, en esencia, una advertencia con nombre propio. Y no es la primera vez. En Cataluña, los incendios industriales se han convertido en un fenómeno recurrente, casi siempre con el mismo patrón: instalaciones antiguas, medidas de prevención mínimas, personal no capacitado y, lo más grave, una falsa sensación de seguridad.

La seguridad no es cara. Lo caro es reconstruir vidas, infraestructuras y reputaciones después del desastre. La pregunta no es si puedes permitirte cumplir con las normas, sino si puedes permitirte no cumplirlas.

La prevención no es un coste: es una inversión

Y los extintores, los simulacros, los planes de evacuación y la formación no son un lujo: son una necesidad.

Si quieres saber más sobre cómo mejorar la seguridad en tu empresa y garantizar el cumplimiento de la normativa vigente, compra extintores certificados, consulta con técnicos especializados y exige a tus proveedores transparencia, seriedad y garantía. Que lo de Santa Eugènia no se repita. Ni allí, ni en ningún otro rincón del país.