El rugido del aceite y el grito de lo inevitable
La noche del martes no prometía más que la rutina: el ruido de las tazas, el hervor de las ollas y el murmullo de una televisión encendida en el fondo. En la calle Carlos Velo, en el barrio de Barrocás, Ourense, una vecina se entregaba a su costumbre, anodina como todas las que preceden a …