El tiempo de duración de descarga de un extintor es… importante para la seguridad.
El tiempo de duración de descarga de un extintor es un aspecto fundamental en la seguridad contra incendios. Estos dispositivos están diseñados para actuar de manera inmediata frente a un conato de fuego, y su autonomía puede variar entre 8 y 60 segundos, dependiendo del agente extintor, la presión y la capacidad del envase. Esto significa que cada segundo cuenta, y por ello es vital mantener la calma y saber utilizarlos de forma adecuada.
La importancia de conocer el funcionamiento del extintor
El extintor es eficaz únicamente en los primeros instantes de un incendio. Si la intervención se retrasa o el fuego se expande, la efectividad del dispositivo se reduce considerablemente. Es por esta razón que resulta imprescindible familiarizarse con su uso antes de una emergencia.
Cómo utilizar correctamente un extintor
En toda situación de riesgo, es importante seguir unas pautas básicas para garantizar la eficacia del equipo:
- Verificar que el agente extintor es adecuado para el tipo de fuego.
- Sujetar el extintor siempre por la maneta o asa fija, evitando invertirlo.
- Si cuenta con manguera, sujetarla por la boquilla antes de accionar la descarga.
- Retirar el pasador de seguridad y acercarse al fuego manteniendo al menos un metro de distancia.
- Accionar la maneta y dirigir el chorro a la base de las llamas en movimientos de barrido.
Un aspecto esencial es que en el caso del extintor co2, se debe tener especial precaución de sujetar la boquilla por la zona aislada para evitar quemaduras, ya que la baja temperatura del gas puede producir lesiones en la piel.
Diferencias en los equipos contra incendios: las BIES pueden ser de dos tipos
No solo los extintores forman parte de los sistemas de protección contra incendios. En el ámbito normativo y de seguridad, se encuentran también las Bocas de Incendio Equipadas (BIES), que complementan la acción de los extintores. Es importante recordar que las bies pueden ser de dos tipos: las de 25 mm, pensadas para uso por el personal no profesional, y las de 45 mm, utilizadas generalmente por equipos especializados o brigadas internas de emergencia.
La combinación de extintores y BIES en un edificio garantiza una respuesta más amplia frente a diferentes escenarios de incendio, ya que ambos sistemas actúan de manera complementaria.
Retimbrado y mantenimiento obligatorio de los extintores
Los extintores cuentan con una vida útil de aproximadamente 20 años. Durante este tiempo, deben pasar pruebas periódicas para garantizar su eficacia. La más relevante es el retimbrado, que se realiza cada 5 años mediante una prueba hidráulica obligatoria. Esta verificación se aplica a todos los equipos, y asegura que soporten la presión de trabajo sin riesgo de fugas o explosiones.
En el caso del extintor CO2, la prueba hidráulica se realiza a presiones muy elevadas, debido a la naturaleza del gas comprimido que contiene. Mientras que un extintor de polvo se somete a presiones de 25K/cm², el de CO2 debe probarse a 250K/cm², lo que demuestra la resistencia especial de su envase.
El mantenimiento anual realizado por empresas autorizadas incluye además la comprobación de manómetros, válvulas, boquillas y estado general del equipo.
Clases de incendios y elección del extintor adecuado
No todos los fuegos son iguales, y cada clase requiere un agente extintor específico:
- Clase A: combustión de sólidos comunes como papel, madera o textiles.
- Clase B: líquidos inflamables como gasolina, aceites o pinturas.
- Clase C: incendios eléctricos en equipos bajo tensión.
- Clase D: metales combustibles como magnesio o titanio.
- Clase K: aceites y grasas en cocinas industriales.
El extintor de CO2 es especialmente indicado para incendios de clase B y C, al no dejar residuos ni dañar equipos eléctricos. En cambio, los extintores de polvo polivalente ABC son los más versátiles y adecuados para diferentes entornos.
Señalización y ubicación estratégica de los equipos
Un aspecto clave de la seguridad contra incendios es la señalización obligatoria. Los extintores y las BIES deben estar señalizados conforme a la norma UNE 23033-1, con carteles visibles incluso en caso de fallo eléctrico. Además, deben estar situados en lugares accesibles y libres de obstáculos, de manera que cualquier usuario pueda localizarlos rápidamente en caso de emergencia.
Prevención y formación de los usuarios
Disponer de equipos de extinción es insuficiente si no se cuenta con una correcta formación preventiva. Es esencial que los usuarios sepan cómo emplear un extintor, cómo actuar frente a un incendio y cuál es la vía de escape más segura. Los simulacros periódicos en edificios públicos, oficinas y centros educativos resultan fundamentales para reducir riesgos y garantizar una respuesta adecuada.
La cultura de la prevención implica también el mantenimiento constante de los equipos y la concienciación de que cada segundo es vital. Un fuego puede ser controlado en sus primeros dos minutos; más allá de ese tiempo, la situación suele requerir intervención profesional.
Cada segundo cuenta en la lucha contra el fuego
El tiempo de duración de descarga de un extintor es limitado, pero si se emplea con rapidez y conocimiento, resulta determinante para frenar un incendio en sus primeras fases. La elección correcta del equipo, el mantenimiento periódico, la señalización adecuada y la formación de los usuarios constituyen los pilares básicos de la seguridad contra incendios.
Invertir en prevención no solo cumple con la normativa, sino que protege vidas y bienes. Conocer cómo funciona un extintor CO2, cuándo se debe realizar el retimbrado y en qué casos se utilizan las BIES, permite estar mejor preparados ante cualquier eventualidad.
