UNE‑EN 13238:2011 – Guía completa sobre ensayos de reacción al fuego en construcción
En el mundo de la construcción, la protección contra incendios no es una opción, sino una obligación ineludible. La norma UNE‑EN 13238:2011 se erige como una referencia esencial para los laboratorios, fabricantes y profesionales que buscan asegurar que los productos de construcción respondan de manera predecible ante el fuego. Publicada por la Asociación Española de Normalización (UNE) el 30 de mayo de 2011, esta norma define procedimientos precisos para el acondicionamiento de probetas y establece criterios para seleccionar sustratos que garanticen ensayos reproducibles.
Objeto y ámbito de aplicación de la UNE‑EN 13238:2011
El objetivo principal de esta norma es proporcionar un marco homogéneo que asegure la consistencia en los ensayos de reacción al fuego. Se aplica a pruebas como ISO 1182, ISO 1716, ISO 11925‑2, EN 13823 y EN 14390, definiendo sustratos normalizados que representan fielmente los sustratos reales en uso.
Es fundamental subrayar que la norma no aborda el pre‑secado de probetas para la prueba de no combustibilidad EN ISO 1182 ni métodos de limpieza o durabilidad de los materiales. Estos aspectos se regulan en normas complementarias, asegurando que cada faceta del ensayo se ejecute con máxima precisión.
Conocer y aplicar estos procedimientos es vital para cualquier empresa de extintores que asesore sobre seguridad y protección contra incendios, ya que garantiza que los productos certificados cumplan estándares internacionales y ofrezcan la máxima seguridad a usuarios y edificaciones.
Referencias normativas y terminología clave
La UNE‑EN 13238:2011 se apoya en numerosos estándares europeos: EN 312, EN 520, EN 636, EN 13501‑1, EN 13823, EN ISO 1182, EN ISO 1716, EN ISO 9239‑1 y EN ISO 11925‑2. Juntos, proporcionan el marco integral para la clasificación de productos según su reacción al fuego.
Entre los términos más importantes se encuentran:
- Material: sustancia básica o mezcla homogénea como metal, piedra, madera, hormigón, lana mineral con ligante o polímeros.
- Producto: material, elemento o componente sujeto a ensayo.
- Sustrato: producto colocado inmediatamente debajo del producto que se ensaya.
- Sustrato normalizado: representante del sustrato real, usado para reducir el número de ensayos necesarios.
- Probeta: pieza de producto ensayada, con o sin sustrato o tratamiento.
- Acondicionamiento: exposición controlada de probetas antes del ensayo.
Procedimientos de acondicionamiento: asegurando resultados fiables
El acondicionamiento de probetas garantiza que los ensayos reflejen condiciones estables y reproducibles. La norma distingue entre dos métodos:
Acondicionamiento hasta masa constante
Las probetas se colocan a 23 ± 2 °C y 50 ± 5 % de humedad relativa durante al menos 48 horas hasta alcanzar masa constante, verificada mediante dos pesadas separadas 24 horas, que no deben diferir más de 0,1 % de la masa o 0,1 g. Es imprescindible contar con balanzas de precisión mínima de 0,1 g.
Acondicionamiento durante un periodo fijo
Antes de iniciar, las probetas deben curarse según las indicaciones del fabricante y contener menos del 40 % de agua libre. Los tiempos mínimos son:
- 8 semanas para madera tratada con retardantes de llama y productos a base de cemento.
- 4 semanas para madera no tratada, tableros de silicato cálcico, yeso y productos higroscópicos.
- 2 semanas para el resto de productos.
Se debe permitir la circulación de aire alrededor de cada probeta y registrar detalladamente el método de acondicionamiento utilizado.
Selección de sustratos: la clave de la representatividad
La elección correcta del sustrato influye directamente en la reacción al fuego del producto. La norma establece criterios claros:
- Densidad representativa: el sustrato real debe tener al menos el 75 % de la densidad nominal del sustrato normalizado.
- Euroclases A1/A2: solo representan sustratos de las mismas clases.
- Madera, placa de yeso laminado y placas de silicato cálcico: deben representarse según las especificaciones normativas.
- Chapas metálicas: el acero representa metales con punto de fusión ≥ 1000 °C, y el aluminio ≥ 500 °C.
- Huecos de aire y capas adicionales: deben reproducirse en la probeta según el uso final.
Para asegurar la seguridad pasiva en instalaciones críticas, el uso de collarines intumescentes resulta fundamental, especialmente en pasos de cableado que atraviesan muros o techos, evitando la propagación de incendios y gases tóxicos.
Sustratos normalizados para pavimentos y otros productos
En ensayos de pavimentos, se emplean principalmente dos tipos de sustratos normalizados: placas de fibrocemento (densidad 1 800 ± 200 kg/m³, espesor 8 ± 2 mm, clase A2fl‑s1) y tableros de partículas no tratados (densidad 680 ± 50 kg/m³, espesor 20 ± 2 mm, clase Cfl‑s1). Estos sustratos permiten extrapolar los resultados a suelos reales con densidades equivalentes.
Para otros productos de construcción, la norma detalla sustratos normalizados específicos, desde placas de fibrocemento hasta paneles de lana mineral y chapas metálicas, indicando densidad, espesor, Euroclase representativa y reglas aplicables. Esto asegura que cada ensayo sea relevante y extrapolable a condiciones reales de uso.
Importancia y ventajas de la UNE‑EN 13238:2011
Adoptar esta norma proporciona múltiples beneficios:
- Homogeneidad en ensayos: evita la necesidad de ensayar cada producto sobre numerosos sustratos reales, garantizando resultados comparables.
- Reducción de costes: al utilizar sustratos normalizados, se disminuye el número de ensayos, reduciendo costes y plazos de certificación.
- Cumplimiento normativo: facilita la alineación con el Código Técnico de la Edificación (CTE), que exige productos clasificados según EN 13501‑1.
Además, para profesionales del sector, aplicar Norma UNE‑EN 13238:2011 asegura que los ensayos sean reproducibles, comparables y extrapolables, evitando repeticiones innecesarias y optimizando recursos.
La UNE‑EN 13238:2011 constituye una herramienta esencial en la protección contra incendios dentro de la construcción. Define procedimientos de acondicionamiento de probetas, selecciona sustratos representativos y establece reglas claras de fijación y montaje, garantizando que los resultados de los ensayos sean válidos y aplicables a situaciones reales. Aplicar esta norma permite a laboratorios, fabricantes y profesionales garantizar que los productos cumplan con los estándares de seguridad más exigentes, protegiendo vidas y bienes sin necesidad de incendios reales en pruebas.
Como recordatorio práctico: seguir la UNE‑EN 13238:2011 es como tener un mapa seguro frente al fuego; sin ella, cada ensayo sería un salto al vacío, pero con ella, cada chispa se analiza, se controla y se previene de manera meticulosa.