Vecinos de Motril alertan deficiente conservación de bocas de incendio.
La seguridad contra incendios en Motril ha sido puesta en entredicho tras las recientes denuncias de vecinos que aseguran que muchas de las bocas de incendio instaladas en diferentes barrios presentan un estado de abandono alarmante. La preocupación ciudadana se disparó después de que, hace apenas una semana, los bomberos tuvieran dificultades extremas para conectar sus mangueras a un hidrante en el barrio de las Angustias mientras trataban de sofocar un incendio que lamentablemente acabó con la vida de un vecino.
Durante el siniestro, los efectivos de emergencias probaron varios puntos de agua sin éxito, viéndose obligados a mover el camión de bomberos en repetidas ocasiones para recargar el depósito en otra calle. Este hecho no solo ralentizó la intervención, sino que además puso de manifiesto un problema que podría repetirse en cualquier otro punto de la ciudad.
Vecinos preocupados y posibles acciones legales
Los vecinos del barrio de las Angustias han manifestado su indignación por la situación, asegurando que llevan tiempo alertando sobre el mal estado de las bocas de incendio cercanas a sus viviendas. No se trata de un caso aislado: en otros barrios de Motril, residentes han señalado que los hidrantes están en condiciones similares, sin revisiones periódicas y sin señalización visible, lo que complica aún más su localización durante una emergencia.
Ante la gravedad de la situación, varios colectivos ciudadanos y asociaciones vecinales están estudiando la posibilidad de emprender acciones legales contra las autoridades competentes. Alegan que existe una falta de mantenimiento sistemática que pone en riesgo la seguridad de toda la población, además de constituir un posible incumplimiento de la normativa vigente en materia de protección contra incendios.
La importancia de garantizar la operatividad de una BIE de 25 mm
Uno de los elementos más utilizados en redes de agua contra incendios son las bie 25 mm (Bocas de Incendio Equipadas). Estos dispositivos, instalados en edificios públicos y privados, permiten un ataque rápido y directo al fuego en sus primeras fases, evitando su propagación mientras llegan los servicios de emergencia.
La BIE de 25 mm está diseñada para ser manejada por personal no especializado, por lo que su correcta conservación es vital. Cada unidad debe someterse a revisiones anuales, comprobación de presión, inspección visual del armario, manguera y boquilla, así como pruebas de caudal y estanqueidad. La ausencia de mantenimiento puede provocar bloqueos, pérdidas de presión o inutilización completa del sistema, con consecuencias potencialmente trágicas.
Deficiencias en el mantenimiento de las bocas de incendio de Motril
En el caso concreto de Motril, las denuncias ciudadanas apuntan a un abandono prolongado en el mantenimiento de las bocas de incendio, muchas de las cuales están oxidadas, sin tapas, cubiertas de vegetación o incluso selladas con asfalto tras trabajos en la vía pública. Esta situación convierte en inútiles unos elementos que deberían ser de fácil acceso y uso inmediato en caso de incendio.
El correcto estado de las bocas de incendio públicas depende de la coordinación entre los servicios municipales, empresas de abastecimiento de agua y los cuerpos de bomberos. Sin embargo, según los vecinos, no existe un programa de revisión y limpieza planificado, lo que deja amplias zonas de la ciudad sin cobertura efectiva ante emergencias. Las autoridades locales han reconocido que están «estudiando la situación» y no descartan tomar medidas legales o disciplinarias contra los responsables del mantenimiento.
Las BIES pueden ser de dos tipos y requieren controles periódicos
En materia de protección contra incendios, las bies pueden ser de dos tipos principales: las de 25 mm y las de 45 mm. Las primeras están destinadas a ser utilizadas por el personal del propio edificio y permiten una respuesta inmediata mientras llegan los bomberos. Las segundas, de mayor caudal, están pensadas para ser manejadas exclusivamente por profesionales debido a la fuerza de salida del agua.
Ambos tipos de BIE deben cumplir con los requisitos de la norma UNE-EN 671-1, que establece inspecciones visuales mensuales, comprobaciones funcionales trimestrales y revisiones completas anuales realizadas por empresas autorizadas. Además, cada manguera debe someterse a pruebas hidráulicas cada cinco años para garantizar su resistencia a la presión. En ausencia de estos controles, el sistema pierde su eficacia y puede fallar justo en el momento en que más se necesita.
Consecuencias de la inacción y necesidad de un plan urgente
La falta de mantenimiento de estos sistemas no es una simple negligencia administrativa: supone una amenaza directa para la seguridad pública. Un hidrante o BIE en mal estado puede significar la diferencia entre un incendio controlado rápidamente o una tragedia de grandes proporciones. La situación vivida en el barrio de las Angustias demuestra que la rapidez de respuesta se ve gravemente comprometida cuando los bomberos no disponen de puntos de agua operativos cerca del foco del incendio.
Es imprescindible que el Ayuntamiento de Motril establezca un plan de revisión, reparación y sustitución inmediata de todos los dispositivos de protección contra incendios, tanto en la vía pública como en edificios municipales. Este plan debe incluir la señalización adecuada de cada boca de incendio, su limpieza periódica, comprobación de presión y accesibilidad y la elaboración de un registro actualizado que permita a los bomberos conocer en tiempo real el estado de cada punto de agua.
Reforzar la cultura preventiva y la coordinación institucional
Además de las intervenciones técnicas, es crucial fomentar una cultura preventiva en materia de incendios que implique tanto a las autoridades como a la ciudadanía. Los vecinos deben ser informados de la ubicación de las bocas de incendio en su entorno, y los comercios o edificios comunitarios deberían realizar simulacros y revisiones periódicas de sus instalaciones.
Por su parte, los servicios de bomberos necesitan contar con información actualizada, formación constante y medios suficientes para comprobar el estado de las redes de hidrantes y BIES. Solo mediante una coordinación institucional eficaz será posible evitar que se repitan episodios como el vivido recientemente, que ha evidenciado la fragilidad del sistema actual de prevención y extinción de incendios en Motril.
Urge una respuesta inmediata para garantizar la seguridad
La denuncia sobre la falta de mantenimiento de las bocas de incendio en Motril no puede quedar en el olvido. Las autoridades tienen la obligación de restaurar y mantener operativos estos elementos críticos para la seguridad ciudadana. Cada día que pasa sin actuar se incrementa el riesgo de que un nuevo incendio encuentre a los bomberos sin recursos suficientes para responder de forma eficaz.
Implementar un plan de mantenimiento integral, reforzar la vigilancia de las instalaciones y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes son pasos esenciales para proteger la vida y los bienes de los vecinos de Motril. La seguridad contra incendios no admite demoras ni excusas: requiere acción inmediata, inversión y compromiso firme por parte de todos los implicados.
