“Gritaba ‘¡me quemo, me quemo!’ y luego desapareció de la terraza”

“Gritaba '¡me quemo, me quemo!' y luego desapareció de la terraza”

Gritaba ‘¡me quemo, me quemo!’ y luego desapareció de la terraza: Una llamada urgente a la prevención en incendios domésticos

En un relato que estremeció a los vecinos de la calle Ametler, en Palma, se escucharon los desgarradores gritos de una mujer que repetía desesperada: “¡me quemo, me quemo!”, antes de desaparecer de la terraza y perderse en el interior de su vivienda, envuelta ya por el fuego. Esta escena trágica pone en primer plano la imperiosa necesidad de contar con equipos contra incendios en el hogar, y no solo con sistemas pasivos como las ignifugaciones en la estructura del edificio, sino también con extintores accesibles y en perfecto estado de uso.

La realidad del fuego en viviendas y la importancia de los extintores

Los incendios domésticos representan un riesgo constante y silencioso, capaz de destruir en minutos años de recuerdos, bienes y, lo más grave, vidas humanas. El caso de Sacramento, una mujer de 64 años que vivía en un piso rodeado de acumulaciones y velas encendidas, es un ejemplo trágico de cómo la combinación de factores puede derivar en una tragedia.

En estas situaciones, el factor determinante para minimizar daños y salvar vidas es la rápida intervención con equipos de extinción adecuados. El comprar extintor homologado y luego mantenerlo en condiciones óptimas puede ser la diferencia entre un susto y un desastre irreversible. No basta con confiar en que el fuego será controlado solo por el sistema de alarma o la llegada de bomberos; la primera reacción, muchas veces, depende de los propios residentes.

Los incendios no esperan y la respuesta inmediata es vital

Cuando Sacramento gritaba que se estaba quemando, ya el incendio había avanzado con intensidad y rapidez. Según testigos, la mujer salió a la terraza y, ante el pánico, volvió a entrar a la vivienda sin poder ser rescatada a tiempo. Esta situación subraya un punto fundamental: el fuego avanza rápido y la respuesta debe ser inmediata y efectiva.

Por eso, conocer dónde está ubicado el extintor y cómo usarlo es una obligación para cualquier habitante de una vivienda. Un simple extintor de polvo químico ABC, con un extintor precio accesible, permite atacar las primeras llamas y ganar tiempo valioso hasta la llegada de los profesionales. Su adquisición es sencilla, asequible y puede evitar episodios tan dramáticos como el relatado.

Ignifugaciones: protección pasiva esencial pero insuficiente sin equipos activos

Si bien la ignifugación de materiales en la construcción —como puertas, paredes y mobiliario— constituye una barrera crucial para frenar el avance del fuego, no es una solución completa. La ignifugación ralentiza la combustión y puede ofrecer más minutos para la evacuación, pero no elimina el riesgo ni la necesidad de extintores a mano.

Es fundamental entender que la seguridad contra incendios se compone de capas complementarias: ignifugaciones certificadas que garantizan resistencia al fuego, y equipos activos que permiten atacar el incendio en su fase inicial. Para asegurar que un edificio cumple con estas condiciones, el certificado de ignifugación es un documento imprescindible que debe estar vigente y disponible para propietarios y residentes.

El caso de Sacramento: una tragedia anunciada por negligencias y falta de prevención

La acumulación de basura, el uso habitual de velas encendidas y la falta de equipos contra incendios visibles o accesibles en el domicilio crearon un escenario de altísimo riesgo. Además, la enfermedad que padecía, conocida como síndrome de Diógenes, dificultaba la adecuada gestión del espacio y de los riesgos dentro de la vivienda.

Los vecinos recuerdan que Sacramento era nerviosa y que incluso, en ocasiones anteriores, había expresado su intención de provocar un incendio. Sin embargo, nadie imaginó que la tragedia se materializaría de forma tan rápida y devastadora. El testimonio de aquellos que intentaron auxiliarla destaca que si hubiese contado con un extintor en condiciones o un plan básico de actuación, quizá se habría salvado.

Conciencia, prevención y acción: claves para evitar más tragedias

Este lamentable suceso debe servir para hacer un llamamiento a toda la sociedad, a propietarios, comunidades de vecinos y administradores de fincas, para que revisen y refuercen las medidas de protección contra incendios en las viviendas. La instalación y mantenimiento regular de extintores homologados no es un gasto, es una inversión en seguridad y en tranquilidad.

Además, es fundamental promover la revisión y renovación de los sistemas pasivos contra incendios, como las ignifugaciones, para asegurar que el edificio ofrece las máximas garantías de resistencia. La combinación de estas dos líneas de defensa es la estrategia más eficaz para proteger vidas y patrimonio.

¿Cómo actuar ante un incendio en casa?

  • Mantén la calma: el pánico solo dificulta la reacción rápida y acertada.
  • Usa el extintor: si el fuego está en su fase inicial, utiliza el extintor para apagarlo o reducirlo.
  • Evacúa el inmueble: si el fuego está fuera de control, abandona la vivienda y llama a los bomberos inmediatamente.
  • No vuelvas atrás: como tristemente ocurrió en el caso relatado, volver al interior puede ser fatal.
  • Revisa y mantén el equipo: un extintor caducado o defectuoso no sirve de nada.

La prevención salva vidas

Los gritos desesperados de Sacramento, «¡me quemo, me quemo!», resonarán como un eco de alerta para quienes aún no han tomado medidas de seguridad en sus hogares. La adquisición de un extintor adecuado, la formación básica en su uso, y la garantía de que las ignifugaciones de los edificios están certificadas y vigentes, son acciones ineludibles para proteger lo más valioso: la vida.

No dejemos que la tragedia vuelva a repetirse. Cada vivienda debe estar equipada y preparada, porque en segundos se decide todo. La protección contra incendios no es una opción, es una responsabilidad colectiva.