Cuando el fuego manda, la excusa sobra: lo que ocurrió en Liencres
Un restaurante, una freidora y la lección que nadie quiso estudiar
A eso de las 11.00 horas del pasado 10 de junio, lo que debería haber sido una jornada más de actividad hostelera en el restaurante Mesón El Labrador de Liencres, en Piélagos se convirtió en una exhibición involuntaria del poder devastador del fuego. Una freidora, aparentemente inocente, fue el punto de partida de un incendio que no solo redujo la cocina de un restaurante a escombros, sino que volvió a poner sobre la mesa una realidad incómoda: la prevención no es opcional, es vital.
El local fue evacuado sin lamentar heridos. Pero lo material quedó en ruinas. Las llamas, avivadas por grasas acumuladas y equipos sobrecalentados, encontraron el terreno fértil de la dejadez. Y cuando llegaron los bomberos, ya poco se podía salvar. El humo lo impregnaba todo, incluso las conciencias.
La seguridad no se improvisa: extintor ABC o nada
Vamos a dejarlo claro de entrada: en una cocina profesional, un extintor ABC no es una opción. Es una necesidad. ¿Qué significa esto? Que si tienes una freidora, fogones, cuadros eléctricos y productos inflamables, necesitas un equipo de extinción capaz de atacar fuegos de tipo A (materiales sólidos), B (líquidos inflamables) y C (gases combustibles). Exactamente lo que se encuentra en un restaurante medio.
Y no vale con tenerlo de adorno, sin revisar desde hace años, colgado en una pared tras una pila de cajas. Un extintor debe estar cargado, visible y accesible. Y el personal debe saber utilizarlo. Porque si no, sirve tanto como un jarrón con flores secas.
Invertir en tranquilidad: comprar extintor ABC es prevenir, no gastar
Comprar un extintor ABC no es un gasto. Es una inversión en seguridad, en futuro, en continuidad. No hay cifra más elevada que la que implica parar un negocio por semanas, reconstruir una cocina, perder reservas o tener que explicar a los clientes por qué huele a hollín en la entrada.
Sin embargo, muchos locales siguen considerando los extintores como un trámite burocrático, algo que se compra una vez y se olvida hasta la próxima inspección. Grave error. El fuego no pregunta por el sello de revisión. Aparece sin avisar y lo arrasa todo.
Y por eso, el acto de comprar un extintor ABC debe ir acompañado de conciencia. No sirve adquirir el más barato o el primero que aparece en internet. Hay que saber cuál es el adecuado para cada entorno, cuántos se necesitan y dónde colocarlos estratégicamente.
Extintor comprar: acción urgente antes del desastre
No esperemos a que el fuego toque la puerta: extintor comprar es una acción urgente que no debe depender del presupuesto del mes ni del ánimo del gerente. Los negocios, especialmente los de hostelería, trabajan cada día con riesgos implícitos. Fuego, electricidad, grasas, productos químicos… y todo en espacios reducidos, con personal corriendo, con tiempos ajustados.
El momento para pensar en seguridad no es después del humo, es antes. Es cuando la cocina está funcionando, cuando se decide el protocolo, cuando se forma al personal, cuando se instala el equipo. El fuego no espera, no perdona y no da segundas oportunidades.
Y un extintor, bien ubicado, puede cortar la tragedia en seco. Puede impedir que la llama inicial se transforme en un monstruo de llamas que consuma tu inversión, tu trabajo y la confianza de tus clientes.
Lo que nos dejó el incendio: lecciones de humo y fuego
Lo sucedido en Liencres debe resonar más allá del parte de bomberos. No podemos seguir tratando estos eventos como sucesos aislados, fortuitos, sin conexión. El incendio no fue casualidad. Fue la suma de descuidos, de falta de mantenimiento, de exceso de confianza.
Las campanas extractoras, los filtros, los enchufes sobrecargados, los aceites reutilizados, la ausencia de formación y el abandono de los equipos de protección son factores que, juntos, forman la tormenta perfecta. Y esa tormenta no solo destruye cocinas, arruina reputaciones.
Cada negocio debería hacerse tres preguntas hoy mismo:
- ¿Tenemos extintores adecuados al tipo de fuego que podría generarse aquí?
- ¿Están operativos, revisados y accesibles?
- ¿Todo el personal sabe cómo actuar en caso de incendio?
Si la respuesta a cualquiera de esas preguntas es “no”, entonces hay una urgencia.
Extintores visibles, personal formado y compromiso empresarial
La seguridad no se delega. No es tarea solo del encargado, del jefe de cocina o del técnico de prevención. Es responsabilidad del empresario, del gestor, del equipo completo. Y comienza por lo tangible: extintores visibles, señalizados, cargados y funcionales.
Pero no basta con tenerlos. Si nadie sabe utilizarlos, son solo decoración roja. De ahí que la formación del personal sea tan importante como la adquisición del equipo. Simulacros, instrucciones claras, protocolos visibles y entrenamiento real marcan la diferencia entre una anécdota y una catástrofe.
Porque el fuego no da tiempo a pensar. Solo a actuar. Y el tiempo de actuar es antes, no durante.
El fuego ya habló, ahora nos toca a nosotros
Liencres ardió. Ardió una cocina, un restaurante, un susto que se pudo evitar. Pero también ardió la idea de que “eso nunca pasa”. Porque pasa. Y cuando pasa, lo hace con violencia, con rapidez y sin misericordia.
La única respuesta posible es clara: formación, prevención y equipos adecuados.
