El 23 de abril, los Bomberos de Lanzarote acudieron a una emergencia en una casa vacacional de la calle Temesitas, en Güime. Al llegar, la Policía Local ya estaba en el lugar, y la vivienda estaba completamente llena de humo. Tuvieron que forzar la puerta rompiendo el bombín para acceder al interior, donde confirmaron que el incendio en vivienda se había originado en la cocina.
Origen y daños del fuego
Dentro, descubrieron que las llamas afectaban a un horno de gas, una lavadora y parte del mobiliario de cocina. Afortunadamente, no había nadie en el interior, así que procedieron a apagar el fuego y ventilar la casa. Para finalizar, repusieron el bombín dañado y entregaron las llaves nuevas al responsable de la propiedad.
Segundo incendio en Arrecife
Horas más tarde, recibieron otra alerta por un incendio en una vivienda de la calle León y Castillo, en Arrecife. En este caso, los vecinos ya habían controlado las llamas usando un extintor antes de que llegaran los Bomberos. El fuego se había iniciado en la campana extractora, pero no hubo que lamentar daños mayores gracias a la rápida acción de los residentes.
La importancia de las ignifugaciones
Este tipo de incidentes podrían evitarse con medidas preventivas, como las ignifugaciones en electrodomésticos y sistemas de cocina. Una revisión profesional reduce el riesgo de incendios, especialmente en viviendas vacacionales, que suelen pasar largos periodos desocupadas.
Certificado de ignifugación: seguridad garantizada
Contar con un certificado de ignifugación no solo protege la propiedad, sino que también asegura el cumplimiento de normativas de seguridad. En zonas turísticas como Lanzarote, donde las viviendas vacacionales son comunes, este documento puede ser clave para prevenir tragedias y garantizar la tranquilidad de propietarios e inquilinos.